300 personas y un único objetivo: crecer juntos

En un contexto laboral en constante evolución, invertir en la formación de los empleados es una opción estratégica fundamental para cualquier empresa que quiera seguir siendo competitiva, innovadora y atractiva. Una jornada de formación dedicada a los propios colaboradores no es solo un momento de aprendizaje, sino también una oportunidad para fortalecer el sentido de pertenencia, mejorar las habilidades y estimular la motivación.
La actualización de los conocimientos y habilidades de los empleados permite afrontar con mayor eficacia los retos diarios, y ayuda a aumentar la productividad y reducir el riesgo de errores. Además, la formación promueve la adaptación a las nuevas tecnologías, los cambios normativos y las dinámicas del mercado, ofreciendo a las personas herramientas concretas para mejorar su desempeño.
Además de los aspectos técnicos, una jornada de formación también contribuye al bienestar organizacional. Fortalece la comunicación interna, promueve el trabajo en equipo y crea un ambiente de intercambio y crecimiento. Los empleados se sienten valorados y parte activa del proyecto de empresa, con un impacto positivo en el clima laboral y la retención del personal.
En definitiva, dedicar tiempo y recursos a la formación significa invertir en capital humano, que es central para el éxito y la sostenibilidad de la empresa a largo plazo. La formación a nivel personal y humano aporta numerosos beneficios, tanto inmediatos como a largo plazo:
Crecimiento personal: mayor autoconciencia para comprender mejor las emociones, pensamientos y comportamientos.
Desarrollo de la autoestima y la autoeficacia: para fortalecer la confianza en las propias capacidades y mejorar la gestión de las emociones.
Desarrollo de habilidades relacionales: para mejorar la capacidad de expresarse y de escuchar.
Gestión de conflictos: que ayuda a resolver desacuerdos de manera productiva.
Bienestar psicológico: para reducir el estrés y mejorar la tensión en los momentos difíciles.
Adaptabilidad al cambio: que aumenta la flexibilidad mental y la capacidad de afrontar nuevos retos.
FPor todo ello, hemos dedicado una jornada entera a la formación transversal, involucrando a todos nuestros colaboradores en un camino rico en contenidos, reflexiones y estímulos.
Hemos puesto en pausa la rutina y hemos salido de la empresa para dedicarnos a algo fundamental: la formación. que hace crecer a las personas, no solo a los números.
Los temas abordados tocan aspectos fundamentales de nuestra cultura corporativa y nuestro futuro:
Igualdad de género: para construir un entorno verdaderamente inclusivo, donde cada voz importe.
Ciberseguridad: porque la ciberseguridad es responsabilidad de todos, todos los días.
Bienestar: porque el bienestar de las personas es el motor principal de la productividad y la innovación.
Modelo 231 y Código Ético: para recordarnos que actuar con integridad es el primer paso para generar valor.
No solo diapositivas y teoría, sino historias, experiencias, preguntas (incluidas las incómodas) y muchas ideas para llevar a casa.
Estamos convencidos de que la cultura corporativa se construye así: un día a la vez, todos juntos.